Lo importante no es de que estés echo. Puedes ser azúcar o puedes ser limón, o solamente una persona especial y diferente en el mundo. Lo verdaderamente importante es que aunque sientas que caigas, te agarres a lo que encuentres, sea lo que sea, y que te ayude a levantarte. Porque no importa cuantas veces caigamos si encontramos la manera de levantarnos.

Limón

Aunque seas más de limón o más de azúcar no inporta. Porque tu puedes ser tu mismo, alegre o gruñón, dibertido o aburrido. Pero tú eres único en el mundo. Puedes ser limón o azúcar sin inportar como seas. ¿Y tu que eres?

Azúcar

domingo, 20 de noviembre de 2011

Soy el azúcar

Yo soy el azúcar, dulce y siempre dispuesto a ayudar, aunque  también yo necesite ayuda. El azúcar es inseguro y nunca intentaria hacer daño a los que le rodean. El azúcar es débil pero, en realidad, podría luchar con mucha fuerza por defender las cosas a las que también tiene derecho. Simplemente, en dos palabras el azúcar tiene muchas cosas buenas y alguna que otra cosa mala, pero nada de lo que avergonzarse.




Soy el limón

El limón es divertido, chillón y alegre. Da fuerzas para continuar y ánimo para cumplir tus sueños; pero, a veces, da lágrimas y estar a su lado es complicado. Se vuelve triste, callado y solitario. Otras veces hace que la gente se aleje de él debido a su carácter amargo. Yo me siento como el limón. Distinta de los demás y con imaginación para crear cosas nuevas. Siento que puedo volar a cualquier parte. Y cuando me pongo triste, el mundo se me viene abajo y se vuelve de color gris. Un mundo en el que siempre llueve. Y, en esos momentos no hay nadie que tenga la suficiente valentía como para quedarse conmigo. Pero como limón me recompongo facilmente. Porque los momentos malos pasan y nunca se pierden las ganas de soñar.